La telefonía fija se encuentra en claro retroceso en toda Europa. Los usuarios cada vez acceden más a Internet a través de la red móvil, y la demanda de datacards no deja de crecer. La legislación europea facilita mayores velocidades de banda ancha y promueve la competencia en el sector.
Con diferencias entre los diferentes países, es un hecho que la telefonía fija se encuentra en retroceso en toda Europa, y esto se traduce en la desaparición paulatina del parque de líneas fijas. La penetración de la banda ancha a través de redes fijas continúa aumentando pero de manera ralentizada y así en 2009 experimentó un aumento de tan solo el 1,6%, lo que supone una penetración media de 24,4, conexiones por cada 100 habitantes.
Por el contrario, tuvo lugar un aumento de los accesos a la banda ancha mediante redes móviles, y la demanda de datos a alta velocidad (véase dsl speed) a través de datacards (mayoritariamente UMTS de tercera generación) se refleja ya en una penetración de 6,1 datacards por cada 100 habitantes de media en la Europa de los 27. Con 7,1, España se encuentra todavía lejos de alcanzar la cifra récord de las 21,5 de Finlandia.
La velocidad de acceso desde la banda ancha fija ha logrado triplicarse en Europa en los últimos dos años y medio, por lo que a mitades del 2010 el 29,2 % por ciento de los accesos desde red fija alcanzaba los 10 Mbps. Por su parte, los operadores de cable ofrecen mayores velocidades de hasta 50 Mbps de bajada mediante tecnología DOCSIS 3.0. Mediante inversiones en infraestucturas en redes fijas o inalámbricas de nueva generación (NGN) será posible ofrecer al consumidor velocidades superiores de media. Una de las actuaciones de la Agenda Digital Europea está encaminada precisamente a aumentar la velocidad de banda ancha, por lo que que se espera que para 2020 se alcancen como mínimo los 30Mbps de bajada en la Europa de los 27, y que al menos la mitad de los ciudadanos tenga acceso a banda ancha de alta velocidad de hasta 100 Mbps.
También la legislación europea y la de los diferentes países se encaminan a favorecer el establecimento de redes móviles donde las fijas no sean rentables, así como a la apertura al mercado de un mayor espectro de radiofrecuencia. El aumento y reorganización del espectro radioeléctrico bajo el principio de neutralidad y el comercio secundario han supuesto una oportunidad aprovechada por los operadores alternativos de los respectivos países, que ya captan el 83% de las nuevas contrataciones en comparación con los proveedores históricos. A esta circunstancia se une la facilidad creciente en toda Europa para cambiar de operador sin costes y manteniedo el número original, proceso que en España el Servicio Universal y Derecho de los Usuarios garantiza que deberá realizarse en un plazo de 24 horas.
En cuanto a las comunicaciones móviles, en toda Europa se vieron reducidos los ingresos por tráfico de voz por la rebaja motivada por la competencia entre operadores y por la reducción de precios mayoristas o glidepath que, junto con el precio de itinerancia y de los SMS, también se encuentran regulados por la EU.